HOUSTON – Por primera vez desde 1972, los Estados Unidos planean viajar a la luna, pero en lugar de hacer una fugaz visita tipo Apolo, los astronautas tratarán de construir una base permanente y vivir allí mientras preparan el más ambicioso reto de la historia – llevar seres humanos a Marte.
En el año 2004 el presidente Bush anunció con gran fanfarria los planes para la construcción de una nueva nave espacial, regresar a la luna para el año 2020 y viajar a Marte inmediatamente después. Pero, con la NASA centrándose en el diseño de una nueva nave espacial y gastándose aproximadamente el 40% de su presupuesto en las problemáticas lanzaderas espaciales y en los programas de la Estación Espacial Internacional, esta agenda podría sufrir retrasos.
Aún así, los planificadores lunares de la NASA están siguiendo estrechamente la iniciativa de la nave espacial, y dentro de seis meses, realizarán un esbozo de lo que requerirá el nuevo vehículo para que permita a los astronautas explorar la superficie de la luna. “Aun falta mucho tiempo para que vayamos allí”, comenta el arquitecto Larry Tours, líder de sistemas de habitabilidad para la Oficina de Proyectos Avanzados de la NASA. “Pero es como cuando te vas de camping y te compras un coche nuevo. Quieres estar seguro de que lleva un enganche para el remolque por si lo necesitas”. Los científicos y los ingenieros trabajan duro estudiando las tecnologías que aún no existen tratando de contestar preguntas del tipo: ¿cómo manejar el estrés psicológico en un asentamiento lunar? ¿cómo construir máquinas excavadoras? y ¿cómo recuperar lo que el científico planetario Christopher P. McKay, del Centro de Investigación NASA Ames, ha dado en llamar “nuestra cultura de la exploración"?
Mas información: http://www.astroseti.org/vernew.php?codigo=2071
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